España, 2019.- Los tiempos están cambiando. Lo cierto es que desde que la economía parece estar recuperándose, el temor a perder un empleo ya no es el omnipresente de lo cotidiano dentro de una empresa. En cambio, retener talento sí que es el protagonista y el mayor reto para las empresas. Las peticiones de los trabajadores, que son cada vez más jóvenes, están transformando por completo el mundo laboral. ¿Qué están demandando ahora a las empresas?
Ha llegado el momento de responder claramente que ya no todo es tener un buen sueldo. Falta un extra para la plena realización laboral, quizás algo más humano. Ese plus se llama Salario Emocional. Ahora bien, ¿qué es y cuáles son sus ventajas?
El salario emocional significa sumar aspectos emocionales a la mera retribución económica de un empleado, puede aportar más a la persona que el dinero. Un salario emocional tiene tres ventajas principales, primero el bienestar psicológico porque cuando los empleados ven que la empresa tiene interés en sus necesidades personales, se sienten motivados y además perciben que su trabajo se reconoce en mayor medida, aspectos clave en la reducción del estrés y el aumento del compromiso y la motivación. En segundo lugar se encuentra la conciliación, al ofrecer horas de trabajo flexibles o beneficios como el cuidado de niños, se facilitaría que los padres conciliasen su trabajo y su vida familiar, una iniciativa que se ve claramente reflejada en la mejora de la productividad. Por último, otra ventaja que aporta el salario emocional es las oportunidades de autodesarrollo y mejora, ofreciendo cursos de desarrollo de capacidades, programas de coaching o formación en idiomas que ayuden a los empleados a mejorar como personas y también como profesionales.
Además de estras tres ventajas, se valora mucho los espacios para el ocio porque el ambiente de oficina afecta directamente al entorno de trabajo y las relaciones. Por lo tanto, conseguir un espacio de ocio donde los empleados combinen relajación y desconexión en un tiempo determinado de su jornada es algo que todos agradecerán. También se tiene en cuenta el voluntariado, la compañía puede ofrecer horas gratis para los empleados que desean ser voluntarios por una buena causa, aportando mayor bienestar entre los empleados al estar en línea con sus valores.
Pero existen otras posibilidades para el salario emocional como la retribución flexible que permite la elección entre los servicios que ofrece la empresa y los beneficios sociales, como por ejemplo los cheques de atención médica, de restaurantes o de transporte pagados por la compañía, una buena manera de reconocer el esfuerzo y desempeño de los empleados y conseguir retener el máximo talento.
Ante este nuevo contexto, la implantación de medidas de retención se traducen en flexibilidad de los horarios de trabajo, entornos diversos, oportunidades de liderazgo, transparencia, y formación continua. Estas peticiones se van materializando en las grandes compañias a través de departamentos de innovación, coaches técnicos que llaman “agile coach” y una tendencia a estructurarse y organizarse como una “start-up”, empresas emergentes en constante evolución.
La democratización de las tecnologías, el cambio cultural que el mundo digital está promoviendo y sobre todo la diversidad generacional dentro de las empresas están modificando las nuevas formas de trabajar y de relacionarse en el trabajo. Por todo ello, las empresas se ven obligadas a adaptarse o morir y están empezando a incluir el salario emocional en sus políticas de retribución con la irrupción de los Millennials en el entorno laboral.
¿Quiénes son los Millennials?
Es una generación de entornos familiares y escolares donde se les ha protegido y sobrevalorado en exceso, además estos jóvenes se mueven en entornos sociales hiperconectados y su sed por la inmediatez hace que si no les termina de satisfacer lo que ofrece el mercado laboral, buscan otras oportunidades de emprendimiento y autonomía gracias a las posibilidades de las nuevas tecnologías. Necesitan desafíos profesionales constantes.
Estos nuevos profesionales tienen un nivel de cualificación alto además de experiencia en una gran variedad de áreas y han vivido en un entorno de incertidumbre que promueve la voluntad de cambio. Según una encuesta realizada por Deloitte en 2017, The 2017 Deloitte Millennial Survey Apprehensive millennials: seeking stability and opportunities in an uncertain world: “dos de cada tres millennials estarían dispuestos a cambiar de trabajo en cualquier momento y probablemente lo harán en menos de dos años”.
¿Los Millennials son responsables de la transformación del mercado laboral?
En gran medida son los responsables de haber impulsado nuevas herramientas de trabajo y comunicación, un ejemplo de ello es el menor uso de correos electrónicos y la menor frecuencia de reuniones por cualquier tema con documentos infinitos. Ahora la mensajería instantánea está a la orden del día, se puede trabajar desde cualquier lugar y se llevan a cabo “stand-up meetings”, reuniones de pie con la intención de que sean cortas y eficaces.
La exigencia millennial ha introducido el concepto de “salario emocional” como nexo entre sus intereses laborales y personales. Su objetivo no es más que encontrar un lugar de trabajo en el que además de dedicar largas e infinitas horas por un sueldo, sientan que lo que hacen tiene un sentido y contribuye a mejorar la sociedad. Buscan crear impacto, promueven mayor transparencia, exígen a los líderes de las compañías que en su dualidad trabajador-cliente tomen la iniciativa para resolver los grandes problemas del mundo. Otro estudio sobre Millennials de Deloitte en 2018, 2018 Deloitte Millennial Survey. Millennials disappointed in business, unprepared for Industry 4.0, reveló que: “el 50 por ciento de los encuestados pertenecientes a esta generación estaría dispuesto a disminuir su sueldo si ello implica que su empresa tiene políticas implantadas de responsabilidad medioambiental”.
¿Qué empresas lo están haciendo mejor?
La consultora Great Place to Work presenta anualmente un ranking que es una referencia internacional en el ámbito de los recursos humanos. En este ranking se refleja que en España las mejores son: Mapfre, Ikea y Atento, entre las compañías con más de 5.000 empleados. Por otro lado, las mejores empresas que cuentan entre 500 y 5.000 trabajadores serían Lilly, Mars y Randstad y por último las empresas con menos de 500 empleados que también están muy bien valoradas serían: Cisco Systems, Sas Institute y Ecoembes.
Atraer a nuevos talentos es complicado y más cuando se trata de puestos técnicos, por eso merece la pena tener en cuenta la posibilidad de ofrecer un salario emocional. Las empresas rígidas que no se adapten a estos nuevos procesos, no conseguirán captar al talento jóven. El talento millennial está obligando a las grandes corporaciones a salir de su zona de confort impidiendo que inviertan todos sus esfuerzos en la obtención de beneficios para dejar paso a iniciativas sociales, de inclusión, de salud, de conciliación o medioambiente.
Fuente: diarioresponsable.com
https://diarioresponsable.com/noticias/27333-los-millennials-exigen-a-las-empresas-un-salario-emocional