La pandemia obliga a un cambio en la rutina laboral y pone a prueba la creatividad de la industria para operar y cumplir con el consumidor en condiciones adversas
Desde que el Coronavirus se convirtió en pandemia y llegó a todos los rincones del planeta, la demanda de productos de desinfección y limpieza creció también exponencialmente y las industrias del rubro tuvieron que realizar monumentales esfuerzos para atender el momento crítico.
En Bolivia, la demanda de alcohol en gel se multiplicó por 10 y se triplicó la de jabón en líquido, lo que suponía un desafío no solo de incremento de producción, sino de distribución en un entorno de limitaciones y restricciones que la mayoría de las industrias debió sortear para llegar a los consumidores.
“Desde el primer momento de la crisis e incluso antes de que se decretara oficialmente la cuarentena, en Unilever extremamos nuestra capacidad de producción de jabón líquido, alcohol en gel, desinfectantes y detergentes, de manera que se pueda asegurar el abastecimiento de estos productos”, explica Fernando Ciarrocca, Gerente General de Unilever Bolivia.
Los desafíos para la distribución de los productos son mayúsculos. La afluencia de compradores ha disminuido porque tienen restricciones para salir de casa y se hace más difícil el abastecimiento oportuno.
“Estamos readaptándonos en la cadena de abastecimiento y distribución. Tenemos plataformas de EComerce y venta telefónica para enviar directamente los productos a los hogares”, agrega.
En los cuarteles de Unilever Bolivia, ubicados en Quillacollo, el movimiento laboral ha registrado cambios significativos incluso en los días previos al comienzo de la cuarentena.
Todo el personal administrativo, por ejemplo, trabaja en la modalidad de home office desde hace por lo menos 15 días y se ha dispuesto una serie de medidas de bioseguridad para el trabajo en planta.
“En la fábrica se toma la temperatura a todo el personal que ingresa, se les ha dotado de barbijos y alcohol en gel, además de haber dispuesto normas estrictas de distancia entre unos y otros”, añade Ciarrocca.
La empresa se encarga del traslado de los trabajadores desde y hacia sus hogares, y aplica una rutina excepcional de limpieza de espacios comunes y fumigación de plantas y centros de distribución.
“La producción es clave, pero garantizando prioritariamente la seguridad y las condiciones de salud de nuestros trabajadores”, subraya el gerente de Unilever.
En el componente de responsabilidad social empresarial, Unilever ha venido apoyando de diferentes maneras el trabajo de la policía y de organismos locales, además de haber diseñado también estrategias de impacto más importantes.
“Nos debemos a la gente y este es un momento crucial para estar a la altura de las necesidades de una sociedad que está atravesando por una coyuntura muy crítica”, finalizó Ciarrocca.
Fuente: Unilever