Para encarar el proyecto se necesita el apoyo de todas las personas que puedan colaborar.
Gracias al apoyo de bolivianos en el exterior, empresas privadas, voluntarios y la junta de vecinos, todos encabezados por el director del Hospital Juan XXIII, Dr. Nelson Patiño, se encara el proyecto de habilitación de un pabellón para contagiados por COVID-19 dirigido, de manera exclusiva, al personal de salud que, en general, no tengan acceso a otros centros médicos.
De acuerdo a la información proporcionada, la tarea se inició con la instalación para 14 pacientes y algunos equipos básicos. “Necesitamos el apoyo de todas las personas que puedan colaborarnos”, sostuvo Nelsón Patiño.
A seguir construyendo este sueño. Hay que apoyar a los médicos que sirven en primera línea, muchos de ellos sufren contagios y no cuentan con un centro dedicado y exclusivo para ellos. Tenemos que prepararnos porque la crisis no ha pasado” manifestó el Dr. Patiño a momento de agradecer por el apoyo prestado.
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Una historia de compromiso con la comunidad
Un voluntario comprometido con esta causa, a manera de contexto, cuenta la historia del Hospital Juan XXII.
Allá por 1963, cuando las poblaciones periféricas de la ciudad de La Paz aún no estaban siquiera medianamente pobladas, llegaron voluntarios del Obispado de Bérgamo para iniciar su obra social con un alto grado de compromiso y desprendimiento.
Apoyaron el crecimiento de la zona con capillas, escuelas y se plantearon un objetivo ambicioso. La creación de un Hospital. Entre los logros alcanzados se pueden mencionar el Colegio Mendez Arcos, la ciudad del Niño. El emblemático Colegio Marian Garten y muchas otras iniciativas.
El Juan XXIII se inauguró en 1973 como policonsultorio; en 1976 como hospital, mientras la primera generación de enfermeros profesionales se diplomó en 1978. El último, pero no menos importante, sector en el cual encontramos bergamascos desde sus llegada es el seminario de La Paz, donde en el curso de los años varios sacerdotes han trabajado como maestros y rectores hasta hoy.
Luego de una larga historia en la que atendió por casi 40 años a miles de pacientes, actualmente enfrenta una crisis, por la falta de recursos, recorte de ingresos de las fuentes de financiamiento estatales y víctima de decisiones políticas que la ponen en Terapia Intensiva.
A pesar de esta fuerte crisis, la voluntad de médicos, enfermeras, vecinos y voluntarios, se convierten en un respirador que le permite tomar aires nuevos y la posibilidad de renacer y ofrecer una vez más servicios médicos a favor de la sociedad con un Pabellón para contagiados COVID 19.