Una encuesta liderada por investigadoras del SEI (Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo) presenta las desigualdades y vulnerabilidades a las que se encuentran expuestas los actores que interactúan en la cuenca del Río Tupiza, el rol de la mujer y las oportunidades hacia una equidad social y de género.
Según el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP), de la UNESCO, aunque las mujeres desempeñan un rol clave en el aprovisionamiento, la gestión y la salvaguarda del agua, las desigualdades de género persisten en todo el planeta. Esto se evidencia, claramente, en un reciente estudio de caso que lideraron investigadoras del SEI en la cuenca del Río Tupiza, en Bolivia, como parte del proyecto Bolivia WATCH.
Las 4 investigadoras que, trabajando desde distintas partes del mundo, lograron realizar encuestas a nivel local en la cuenca del Río Tupiza, presentan sus motivaciones en esta historia que destaca quiénes son más vulnerables frente a la situación actual de la cuenca y frente a posibles futuros climáticos.
A través de estas entrevistas y la aplicación del Análisis Multidimensional de Pobreza, que promueve la Agencia Sueca de Cooperación Internacional, Laura Forni, Cecilia Tapia, Melina Balderrama y Sophia Espinoza proponen estrategias para hacer frente a los retos de equidad y que informarán la implementación de un Plan Director de Cuenca en Bolivia con un enfoque integral.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Los resultados de la encuesta muestran que en el área rural de la Cuenca del río Tupiza, 84% de los hogares tiene acceso a una fuente que provee agua tratada y solo un 61% tiene acceso a una fuente mejorada, frente a un 98% de los hogares más ricos.
Por otro lado, un 70% de los hogares de la cuenca tienen acceso a agua a través de conexiones domiciliarias; en los hogares más pobres de la cuenca sólo un 38% cuenta con esas instalaciones, en comparación con un 93% de los hogares más ricos.
La conexión de agua domiciliaria tampoco garantiza el suficiente abastecimiento en todos los hogares. El 44% tienen problemas de abastecimiento y el 39% tienen escasez por temporadas. Estos problemas también afectan en mayor medida a los hogares más pobres donde los porcentajes son de 59% y 51%, respectivamente.
La carencia de agua domiciliaria se ve reflejada también en el porcentaje de hogares que requiere recolectar agua de su fuente primaria, que alcanza al 27,5% en toda el área rural de la cuenca, pero sube a 56% cuando observamos las condiciones del grupo más pobre, comparado con sólo un 7% en los hogares más ricos.
El trabajo de recolección de agua requiere una inversión de tiempo promedio de alrededor de 178 horas por hogar al año, equivalentes a 22,3 jornadas de trabajo de 8hrs. Sin embargo, algunos hogares pueden requerir más de 700 horas al año para recolectar agua para su consumo, equivalentes a 88 jornadas laborales o más. Las mujeres son las encargadas del proceso de recolección.
Las cuatro dimensiones del marco de ASDI y hallazgos de la encuestaEl análisis de pobreza multidimensional de ASDI reconoce cuatro dimensiones: Recursos, Oportunidades y Elección, Poder y Voz, y Seguridad Humana. A continuación, se muestran algunos hallazgos de la encuesta categorizados según estas dimensiones
Recursos ¿Se tiene o no acceso y poder sobre recursos para alcanzar un nivel de vida digno, satisfacer las necesidades básicas y mejorar las condiciones de vida?
Las comunidades responden que se proveen del río para consumo diario (en zonas rurales), algunas tienen red de agua potable, pero no es constante. No tienen provisión regular ni servicios sanitarios (saneamiento). En el área urbana, el servicio de agua potable tiene 99% de cobertura, aunque con situaciones de racionalización. A nivel rural, a diferencia de lo urbano, no existe en general un tratamiento del agua previo al consumo.
Oportunidades y Elección: ¿Qué alternativas existen para desarrollar o utilizar los recursos y salir de la pobreza?
Existen redes de mujeres en la cuenca, plataformas de justicia, emprendedoras, que se fortalecen mediante intercambio de experiencias. Se ofrecen también, talleres teóricos sobre derechos de las mujeres, impulsados por una ONG departamental, que han permitido la participación en espacios de carácter público, en cargos directivos y en actividades diversificadoras de la economía para promover la independencia de la mujer en el hogar.
En el lado menos positivo, las mujeres jóvenes encuestadas reconocieron que los embarazos adolescentes siguen en aumento y que aún se conocen de casos de violencia intrafamiliar hacia las mujeres.
Poder y Voz: ¿Cómo articular las necesidades y ser parte de los procesos de toma de decisiones, tanto en esferas privadas como públicas?
Las mujeres en la cuenca de Tupiza se involucran y exigen frenar la contaminación del agua a través de demandas ante autoridades nacionales, trasladándose largas distancias y alejándose de sus hogares durante largos periodos de tiempo junto a sus hijos. En cuanto a la toma de decisiones sobre aspectos de agua y saneamiento, las mujeres en el área rural manifiestan que no solo experimentan rechazo de parte de los hombres sino también de sus mismas compañeras, ya sea en el espacio laboral o público.
Seguridad humana
La violencia, el conflicto y la inseguridad son restricciones para salir de la pobreza y pueden diferir entre los diferentes grupos sociales. De acuerdo con las personas encuestadas, existen conflictos con respecto al abastecimiento futuro del agua. De la misma manera, se perciben conflictos de intereses entre empresas operadoras mineras y comunidades. Mujeres lideresas y en cargos directivos están impulsando iniciativas de gestión sostenible del agua, resolución de conflictos, medidas de adaptación. Por otra parte, el reto radica en involucrar a los y las jóvenes para dar continuidad a estas iniciativas.
Las mujeres juegan un rol central en el manejo de los recursos naturales, como también en la protección del medio ambiente, por lo tanto, cualquier decisión a nivel de cuenca tendrá un impacto en su diario vivir.
“Me motiva trabajar de cerca a la realidad. Pude ver esas desiguald
¿Cómo reducir las condiciones de vulnerabilidad?
A partir de los indicadores analizados, las investigadoras proponen estrategias que podrían ayudar a reducir las condiciones de vulnerabilidad en los hogares de la cuenca del río Tupiza.
Falta de acceso al agua limita la oportunidad de salir de la pobreza
Los hogares rurales más pobres de la cuenca tienen condiciones más desfavorables de acceso a agua para consumo, lo cual limita aún más sus condiciones de vida y oportunidades para salir de la pobreza. Frente a este reto, las estrategias que se proponen consisten en proyectos de infraestructura para el mejoramiento de agua y capacitación para el tratamiento de agua, según las necesidades específicas de las comunidades. La instalación de tanques de reservas permitiría tener agua diaria y así, disminuir el tiempo empleado en la recolección. En el caso de las comunidades donde la recolección de agua es predominante, se debe explorar las opciones de infraestructura que permita reducir los esfuerzos en el abastecimiento diario del agua. También, es necesario desarrollar campañas de concientización sobre el tratamiento del agua que permitan disminuir el aumento de enfermedades asociadas a la poca calidad del agua.
Agua para agricultura en hogares pobres
Los hogares más pobres de la cuenca tienen condiciones más desfavorables de acceso a agua para su producción agrícola y ganadera, lo que limita aún más sus condiciones de vida y oportunidades para salir de la pobreza. Algunas estrategias que podrían funcionar son la creación de proyectos que introduzcan infraestructura de riego o mejoren la existente en comunidades. También, planes que introduzcan o mejoren la infraestructura de captura de agua para los animales en comunidades en las que se identifican un mayor porcentaje de hogares con indicadores de acceso a agua más desfavorables y la cosecha de agua de lluvia para bebederos del ganado.
Almacenamiento de agua para consumo humano en las viviendas
Los hogares más pobres de la zona urbana de la cuenca tienen menor acceso a infraestructura de almacenamiento de agua en las viviendas. Para hacerle frente a este reto, podrían funcionar proyectos que posibiliten a las familias más pobres de la ciudad de Tupiza contar con tanques de almacenamiento de agua económicamente accesibles para cubrir sus necesidades de agua en periodos de escasez. También, sistemas de cosecha de agua de lluvia y saneamiento sostenible.
Falta de participación y liderazgo de mujeres en el manejo del agua
En los trabajos con comunidades existen estrategias y acciones para promover el liderazgo de mujeres y parte de dichas estrategias se han llevado a cabo; algunas de estas estrategias incluyen grupos focales, proceso de consulta y planteamiento de propuestas y soluciones desde las mujeres. Otra estrategia sería garantizar espacios en Plataforma Interinstitucional de Gestión de Cuenca (en el Foro Social).
¿Qué sigue?
En estudio de género y pobreza continuará en Tupiza y demás cuencas de estudio de Bolivia WATCH. El próximo paso consiste en conectar los mensajes clave del análisis de pobreza y equidad de género con los análisis de modelos técnicos.
El análisis de género debe ser transversal y se espera poder incorporarlo en los diferentes enfoques de trabajo de Bolivia WATCH. Al observar el nivel de influencia que las políticas relacionadas con el agua pueden tener en la reducción de la pobreza en general, es necesario incluir aspectos de género para evitar el aumento de las desigualdades existentes.