El actual modelo educativo por competencias, que la Universidad Franz Tamayo (UNIFRANZ) implementó desde el 2018, busca ubicar al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y es una alternativa eficiente que rompe con la práctica tradicional y memorística de años anteriores.
La gestión 2022 trae un nuevo hito, el desarrollo e innovación de las aulas dinámicas, que permiten la interacción de estudiantes con docentes de manera colaborativa, en espacios móviles e interactivos para impulsar las competencias profesionales y habilidades de la vida.
Las Aulas Dinámicas están diseñadas para el desarrollo de diferentes tipos de actividades de aprendizaje, se puede aprovechar la flexibilidad desde diferentes perspectivas. Dentro de las disposiciones grupales, se busca la interacción ‘estudiante-docente’ y ‘estudiante-estudiante’, para que fortalezca el trabajo colaborativo, la expresión creatividad, la empatía y la interacción social con la finalidad de fomentar los valores sociales.
“Hay que entender que las estructuras y los espacios también necesitan modificarse; espacios que se adapten y generan condiciones para que puedan ser creativos, para que puedan escribir en las paredes, para que puedas cambiar el espacio de acuerdo a sus necesidades. Entonces, de ahí salen las aulas dinámicas, flexibles que pueden transformarse a lo largo de las clases, que no siempre necesitan ser las clases rígidas, con pupitres, con hileras donde el único dueño de la verdad es el profesor”, afirmó la rectora nacional de la UNIFRANZ, arquitecta Verónica Ágreda de Pazos.
UNIFRANZ logró insertar un método de enseñanza-aprendizaje que mantiene al docente como guía y orientador, conecta la realidad con el entorno del estudiante, crea actividades con un nivel de dificultad para que -el estudiante-, inicie un proceso de resolución de problemas o retos, y construya integración cognitiva.
Ágreda dijo que una de las características de las Aulas Dinámicas es poder transformarse a lo largo de las necesidades de los estudiantes y docentes sin la necesidad de transportarse a otro ambiente. El movimiento del mobiliario hace que una clase plenaria se transforme en una clase centrada en la “gamificación” y se complementa con la adecuación tecnológica que implica el uso de televisiones inteligentes (Smart tv), proyectores y conexiones eficientes de internet en el proceso educativo.
Las distintas disposiciones en el ejercicio del aula de aprendizaje, basado en problemas y retos, permiten en el ámbito individual que los estudiantes puedan aislarse con fines de concentración, interiorizarse y reflexionar. Mientras en las disposiciones grupales, refuerzan la figura del docente como guía y orientador, situar al estudiante en situaciones reales de trabajo colaborativo, favorecer la interacción y enfocar su aprendizaje a los retos.
El CEO de UNIFRANZ, licenciado Oscar Agreda, destacó la diferencia entre una clase magistral, útil en ambientes virtuales, donde solo existe un interlocutor, representado por una pantalla y un aula dinámica “que son de uso para trabajos corporativos, estudios de caso, debates, trabajo por pares y dinámicas de aprendizaje” donde la práctica será el eje central del proceso.
Los estudiantes de las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales y Facultad de Ingeniería, fueron los primeros en conocer la transformación de las aulas tradicionales a aulas dinámicas en La Paz. Micaela Tapia, estudiante de Periodismo, afirmó, emocionada, que “el cambio en UNIFRANZ es asombroso, volvimos después de dos años a nuestra universidad y es evidente como hay una apuesta por hacernos el eje central de la enseñanza”.
Los beneficios de las Aulas Dinámicas van acompañados, como se evidencia, con el uso de tecnología de punta para hacer de la experiencia de aprendizaje totalmente digital y dirigido al estudiante 3.0, que desarrollará competencias para un mundo en constante transformación.
Versátiles y con tecnología de vanguardia, así son los espacios de aprendizaje. En la Sede Cochabamba, estudiantes como Romaneth Terán de segundo semestre de Ingeniería Económica y Financiera expresaron su agradecimiento y asombro por los nuevos ambientes: “La verdad, siento que el cambio ha sido bueno, desde los pupitres, pantallas, los proyectores y las pizarras. Me siento muy cómoda y venir a clases ya no me va a estresar”.
Cada espacio está diseñado específicamente para que los docentes planifiquen al menos dos movimientos para cambiar la disposición de las aulas. Así, cada clase es diferente y las experiencias de aprendizaje convierten el ambiente en un espacio propicio para acompañar el desarrollo de talento con tecnología.
UNIFRANZ es pionera en la implementación de estos espacios dinámicos de aprendizaje en Bolivia. La pandemia hizo valorar la importancia de “reunirse” en espacios laborales, demostrando y aprovechando al máximo estos encuentros mediante el desarrollo de la creatividad, pensamiento crítico y del aprender haciendo.
La rectora de la universidad afirmó: “la pandemia ha desnudado las falencias del modelo y de la educación, porque la educación no se venía transformando, la educación no tenía el acompañamiento tecnológico (…)”. La bifurcación entre la tecnología y la educación va en el proceso de reencontrarse con la constante innovación que impulsa UNIFRANZ, desde modelos disruptivos de aprendizaje, hasta la actual innovación, que busca seguir transformando la educación en Bolivia, agregó la autoridad institucional.