Por J Felipe Cajiga
La responsabilidad social, no es un agrado incomodo de la gestión de cualquier empresa, es algo inherente a ella, y que es necesaria para el buen desarrollo de la empresa y su negocio. Una empresa no puede tener éxito en un entorno que no es próspero y donde sus ciudadanos no pueden desarrollarse en plenitud y aspirar a una mejor calidad de vida. Es fundamental que la empresa tenga en cuenta que su responsabilidad social es esencial para mantener el equilibrio entre la vida humana y el medioambiente.
Es importante destacar que, además de ser una obligación para la empresa el responder por el impacto de sus acciones, también es la mejor forma de obtener éxito de forma sostenible y responsable, generando un activo intangible muy difícil de obtener y muy sencillo de perder: la confianza del público.
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) tiene cuatro dimensiones: la social, la ambiental, la económica y la que tiene que ver con la gobernanza interna de la organización. Estas dimensiones se reflejan tanto al exterior, como en el ámbito interno de la empresa.
En la dimensión social, la empresa debe tener en cuenta el impacto de sus acciones y decisiones en la comunidad y en la sociedad en general. Esto incluye aspectos como la inclusión social, la igualdad de oportunidades y el respeto a los derechos humanos. Además, la empresa debe promover el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de la comunidad.
En la dimensión ambiental, la empresa debe tener en cuenta el impacto de sus actividades en el medio ambiente y gestionarse de manera sostenible. Esto incluye aspectos como la conservación de los recursos naturales, la reducción de la contaminación y el respeto a las leyes y regulaciones ambientales, la circularidad de sus procesos.
En la dimensión económica, la empresa debe asegurarse de que su actividad económica es sostenible y responsable. Esto incluye aspectos como la transparencia en sus finanzas, la protección del consumidor y la responsabilidad hacia sus trabajadores y proveedores. La inclusión financiera, acceso y ampliación de su mercado hacia la base de la pirámide, etc.
Por último, en la dimensión de gobernanza interna, la empresa debe promover la responsabilidad y la transparencia en su gestión. Pero va mucho más allá, hacia la forma en que se gobierna, en cómo implementa sus decisiones, cómo hace vivos sus valores. Esto incluye aspectos como la ética y la integridad en la toma de decisiones y el respeto a los derechos de los trabajadores y de los accionistas.
Es importante destacar que la RSE no es solo una obligación para las empresas, sino que también es la mejor forma de obtener éxito de forma sostenible y responsable. Una empresa que cumple con su responsabilidad social y ambiental, y que se preocupa por el bienestar de sus trabajadores y de la comunidad, es más probable que tenga éxito a largo plazo. Además, la RSE también es una forma de mejorar la imagen de la empresa y de generar confianza y lealtad entre sus clientes, trabajadores y accionistas.
En resumen, la responsabilidad social de la empresa es algo inherente a ella y es necesaria para el buen desarrollo de la empresa y su negocio. La RSE es la mejor forma de obtener éxito de forma sostenible y responsable, y de mejorar la imagen de la empresa y generar confianza y lealtad entre sus stakeholders.
Fuente: Tomado del Newsletter del Movimiento Iberoamericano de Responsabilidad Social y Sostenibilidad. Empresability