Con motivo del Día Mundial del Agua, celebrado el pasado 22 de marzo, se llevó a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua 2023. Un encuentro internacional que concluyó con la adopción de un plan con 689 compromisos para preservar el bien común global más importante de la humanidad que es el agua. Estos han sido recogidos tanto en las sesiones oficiales como en actos de debate paralelos. La plataforma en línea que alberga la Agenda seguirá abierta a la presentación de propuestas y estará a disposición de todos a través del sitio web de la Conferencia. Se trata de una iniciativa pionera que busca concienciar sobre la importancia de preservar este recurso indispensable para la vida.
Según las Naciones Unidas, más de 2.200 millones de personas no tienen acceso al agua potable y cerca de 4.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de saneamiento básico. Además, la sobreexplotación de los recursos hídricos, la contaminación del agua y el cambio climático están poniendo en peligro la disponibilidad de este recurso fundamental para la existencia de la vida humana. Según el PNUD, hoy en día, la mitad de la población mundial (es decir, cuatro mil millones de personas), vive con una grave escasez de agua durante al menos un mes al año. Y cerca de 500 millones de personas se enfrentan a la escasez de agua durante todo el año.
El agua vale más que el oro. Sin embargo, la mayoría de los responsables políticos no parecen ser conscientes de ello. La crítica situación en relación al recurso hídrico que se vive actualmente no es inevitable, pues existen soluciones. Al mejorar la forma en que administramos, conservamos y protegemos el agua, podemos mejorar vidas. Una mejor gestión de este bien preciado puede ser un catalizador para que nadie se quede atrás en las comunidades que luchan contra la pobreza y el hambre, protegen la salud, reducen la mortalidad infantil, y salvaguardan los recursos naturales.
Es innegable que el agua es esencial para la vida y la supervivencia humana, así como para el funcionamiento de los ecosistemas y la economía mundial. Sin embargo, el acceso al agua potable y la gestión sostenible de los recursos hídricos siguen siendo desafíos importantes en muchas partes del mundo.
El Día Mundial del Agua se celebra cada año el 22 de marzo, con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de gestionar los recursos hídricos de manera sostenible. Este año, el tema de la efeméride ha sido “Valorar el agua”, que tiene como objetivo sensibilizar a las personas sobre el valor real del agua y cómo podemos proteger este recurso vital para la vida en nuestro planeta.
En este contexto, el pasado viernes 24 de marzo ha concluido la Conferencia de la ONU sobre el agua, la primera reunión de su categoría en 50 años, a la cual han asistido representantes de gobiernos, sociedad civil, sector privado, científicos, comunidades indígenas y otras partes interesadas, quienes se han reunido con el objetivo de encontrar soluciones innovadoras y reforzar la colaboración internacional ante la creciente presión hidrológica.
La Conferencia, copatrocinada por los Gobiernos de Tayikistán y los Países Bajos, contó con una ceremonia de apertura y clausura, seis sesiones plenarias y cinco diálogos interactivos entre múltiples partes interesadas. Asimismo, se celebraron una serie de eventos especiales de alto nivel y eventos paralelos organizados por los Estados Miembros, el sistema de las Naciones Unidas y otras partes interesadas. El objetivo de la conferencia es aumentar la conciencia sobre la crisis mundial del agua y decidir sobre acciones concertadas que movilicen a todos los sectores, actores y países, con el objetivo de impulsar esfuerzos centrados en resolver esta problemática global.
El último día, durante la sesión de clausura, el Secretario General de la ONU se ha referido al agua como “el bien común que nos une a todos” y que está intrínsecamente ligado al desarrollo sostenible, la lucha contra la pobreza, los sistemas alimentarios y la creación de empleo y prosperidad, con los derechos humanos y con la igualdad de género. “Por eso debe ocupar un lugar central en la agenda política mundial”. en este sentido, António Guterres ha reiterado que el futuro de la humanidad depende de que se cambien las formas de gestionar y conservar el agua: “nuestras esperanzas dependen de compromisos innovadores y orientados a la acción para poner el agua y el saneamiento al alcance de todos los habitantes de la Tierra de forma segura y sostenible”.
En esta línea, el líder de la ONU ha numerado como ejemplos de innovación el desarrollo de sistemas alimentarios alternativos para reducir el uso insostenible del agua en la agricultura y el diseño de un nuevo sistema mundial de información sobre el agua para tomar decisiones informadas sobre su gestión o respuestas a posibles catástrofes. Por su parte el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales hizo referencia a los casi 700 compromisos incluidos en el plan, recogidos tanto en las sesiones oficiales como en los actos paralelos. “Y esto es sólo el principio. La plataforma en línea que alberga la Agenda seguirá abierta a la presentación de propuestas y estará a disposición de todos a través del sitio web de la Conferencia”.
Estos compromisos abarcan una amplia gama de acciones que van desde la creación de capacidades hasta los sistemas de datos y seguimiento, pasando por la mejora de la resiliencia de las infraestructuras. Asimismo, Junhua destacó un segundo resultado de la Conferencia, el Resumen de las Actas elaborado por el Presidente de la Asamblea General para recoger las numerosas ideas, recomendaciones y soluciones que han surgido, las cuales han demostrado que el agua puede ser “un impulsor de la igualdad, una solución a la crisis climática y un facilitador de la paz”.
La escasez de agua trae numerosos problemas tanto para la salud física como psíquica de las personas, es el motivo de conflictos armados y migraciones forzadas. Por todo ello, es urgente que esos compromisos se vuelvan una realidad, pese a que no se trata de un documento jurídicamente vinculante.
Finalmente, en su intervención durante la sesión de clausura, el presidente de la Asamblea General, Csaba Kőrösi, destacó que 300.000 millones de dólares prometidos para impulsar la transformadora Agenda tienen el potencial de desbloquear al menos un billón de dólares de beneficios socioeconómicos y ecosistémicos. Los progresos de la Conferencia serán revisados durante las reuniones políticas de alto nivel en julio de 2023, y se espera que garantizar que el agua y el saneamiento ocupen un lugar destacado durante la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible el próximo mes de septiembre.
Fuente: https://diarioresponsable.com/