Rodrigo Magariños.- En la actualidad, las buenas prácticas empresariales alineadas con la sostenibilidad se han convertido en un aspecto fundamental en la conciencia global ya que se promueven cadenas de valor respetuosas con el medio ambiente, con las personas y los derechos humanos. Estas iniciativas son altamente valoradas y recompensadas por los consumidores responsables. Para lograrlo, existen herramientas que permiten a las empresas identificar y gestionar adecuadamente sus impactos, logrando así ser económicamente viables, ambientalmente amigables y socialmente responsables.
Una de estas herramientas son las diferentes Certificaciones de Sostenibilidad, que surgieron para integrar buenas prácticas responsables en las operaciones empresariales. De esta manera, las empresas se comprometen a alcanzar un futuro más sostenible a lo largo de su cadena de valor.
En 2007, como resultado del proyecto “Desarrollo Exportador con Inclusión Social”, que buscaba proporcionar herramientas a las empresas agroindustriales para competir en los mercados internacionales, se identificaron tres problemas sociales en todos los sectores productivos alcanzados: la existencia de trabajo infantil, condiciones laborales precarias y falta de igualdad de género y oportunidades. En respuesta a estos desafíos, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) asumió el reto de crear una certificación boliviana que abordara estos problemas, y así nació el “Triple Sello”.
En colaboración con el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad (IBNORCA) y con el apoyo de organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social (MTEPS), la Defensoría del Pueblo, el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, el Ingenio Azucarero Guabirá, el Ingenio Azucarero Unagro, el Ingenio Santa Cecilia, La Chonta, Hipermaxi, Cainco, Hombres Nuevos y Labor, se establecieron los requisitos del “Triple Sello”. En 2009, se presentaron seis normas técnicas que permitían a las empresas certificar que sus productos estaban libres de trabajo infantil, trabajo forzoso y discriminación.
El trabajo se inició en el sector de la caña de azúcar, ya que esta actividad enfrentaba numerosas denuncias debido a que era considerada como una de las peores formas de trabajo infantil. Era común encontrar a niños trabajando en los campos de caña en lugar de asistir a la escuela. Además, las familias vivían en carpas donde tenían sus camas y cocinas en un mismo espacio rudimentario, careciendo de acceso a servicios básicos y sin atención médica adecuada. Las condiciones laborales eran precarias y existían diversas problemáticas evidentes en esta realidad.
Es así como, en 2013 se logró el primer hito cuando el Ingenio Azucarero Guabirá se convirtió en la primera empresa boliviana en certificar su producción de azúcar con el “Triple Sello”. Esta empresa desarrolló numerosas actividades que contribuyeron a la educación, vivienda, salud y economía de miles de familias vinculadas al sector de la caña de azúcar. En la gestión pasada, se convirtieron en la primera empresa en lograr la certificación del 100% de su producción. Gracias a su trabajo con el “Triple Sello”, fueron reconocidos internacionalmente y se convirtieron en un ejemplo para muchos ingenios azucareros de diferentes países.
En 2015, el Ingenio Azucarero Unagro se convirtió en la segunda empresa en obtener el “Triple Sello” y la primera en certificar dos productos: azúcar y alcohol. Actualmente, más del 70% de su producción cuenta con la certificación, luego de impulsar el cambio social en su localidad y mejorar las condiciones de vida de las personas que trabajan en su sector y municipio. Siempre destacando su compromiso con la Responsabilidad Social como parte de su identidad.
En 2018, se actualizó el “Triple Sello” con el Sistema de Gestión, permitiendo que cualquier empresa lo aplique en sus operaciones e integre con otros sistemas de gestión, como calidad, medio ambiente y seguridad industrial. Este desarrollo se llevó a cabo en colaboración con el IBNORCA, UNICEF, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, el Ingenio Azucarero Guabirá, el Ingenio Azucarero Unagro, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Asociación Departamental de Derechos Humanos.
Todo este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo de importantes actores de diversas organizaciones que contribuyeron a hacer del “Triple Sello” una herramienta única en el mundo, enfocada en la erradicación progresiva del trabajo infantil, trabajo forzoso y discriminación, no solo dentro de las empresas, sino a lo largo de sus cadenas de valor. Entre ellos, se pueden mencionar a UNICEF, Lidia Mayser de la Gobernación de Santa Cruz, Diana Sabillón de IBCE, Javier de Rodrigo de APEP, entre muchos otros.
Las empresas certificadas con el “Triple Sello” no solo mejoran su imagen pública, sino que demuestran su compromiso con la sostenibilidad, generando confianza en los consumidores, inversionistas y otras partes interesadas al mostrar cómo su esfuerzo mejora las condiciones de vida de todas las personas involucradas en las cadenas productivas, respetando los derechos humanos, laborales y de la infancia.
Además, el “Triple Sello” permite a las empresas alinearse con iniciativas globales como los Principios del Pacto Global y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, contribuye a la erradicación de la pobreza, reducción de las desigualdades y promoción de la igualdad de género, producción y consumo responsable, trabajo decente, acceso a la educación y agua potable.
En conclusión, el “Triple Sello” es una herramienta única en el mundo que impulsa el cambio hacia un futuro más sostenible. Mediante su certificación voluntaria, las empresas demuestran su compromiso voluntario con prácticas responsables a lo largo de sus operaciones y su contribución para construir un mundo mejor para las generaciones presentes y futuras.
*Rodrigo Magariños Terrazas.- Ingeniero Industrial con Diplomado en Responsabilidad Social Empresarial y Educación Superior Tecnológica. Postítulo en Relacionamiento Comunitario y RSE. Experto en Sistemas de Gestión Integrado. Experto en Sustentabilidad y RSE