“La adopción de estrategias y valores ASG requiere de una planificación de mediano plazo, en la que los resultados económicos anuales esperados guarden concordancia con los pilares y objetivos de la estrategia ASG en los siguientes cinco, 10 o 15 años siguientes, como mínimo.”
Daniella De Sousa.- Año tras año, el sector bancario de Bolivia muestra avances en la Incorporación de los criterios ASG (ESG), principalmente desde la perspectiva de una evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), aspecto al que las entidades han destinado importantes esfuerzos a través de diferentes programas.
Respecto a la aplicación de los criterios ASG, de manera específica a la otorgación de créditos, el avance es heterogéneo y se encuentra en fase de desarrollo, toda vez que su incorporación requiere del concurso de varios actores del ecosistema, y no se circunscribe a los requerimientos de las entidades; sino a una adopción paulatina, bien entendida y conjunta.
En ese sentido, desde la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) se observa con satisfacción los avances impulsados por las entidades y se analiza continuamente alternativas que le permitan apoyar, desde el rol que le corresponde, a las entidades.
Un aspecto fundamental, desde la perspectiva de la Asociación, es que para profundizar efectivamente la evolución de la inclusión de los criterios ASG debe avanzarse en la consolidación de las áreas de sostenibilidad, entendidas como una evolución planificada y técnica de los esfuerzos en RSE.
Lo anterior requiere, a su vez, de formación de capacidades específicas; es decir, especialistas en sostenibilidad, con habilidades integrales sobre diversos temas, particularmente financieros; pues el negocio no deja de ser parte de la ecuación cuando se trata de sostenibilidad.
Cuando la estructura de las instituciones cuente con altas instancias en estos temas, por ejemplo, vicepresidencias de sostenibilidad que lideren el área con un equipo multidisciplinario, técnico y transversal al negocio, como ocurre en el mundo avanzado, y también de manera acelerada en la región, podremos decir que los preceptos ASG han sido incorporados a las instituciones.
El mundo avanzado tiene al menos 20 a 25 años incorporando estrategias económicas, ambientales y sociales con compromisos claros, metas de descarbonización, escenarios de cambio climático, y el impulso de cantidades crecientes en inversiones ASG.
Por ello, la adopción de estrategias y valores ASG requiere de una planificación de mediano plazo, en la que los resultados económicos anuales esperados guarden concordancia con los pilares y objetivos de la estrategia ASG en los siguientes cinco, 10 o 15 años siguientes, como mínimo.
Es decir, es una decisión estratégica que refleja un compromiso con la evolución de las operaciones de las instituciones y las relaciones con proveedores, empleados, clientes, accionistas y todos los grupos de interés, lo cual se distingue claramente de una adopción basada en terminología y mercadeo ASG, que, como muchas tendencias, resulta en un “nice to have”, o bonito tener, no muy profundo.
A menudo se comenta sobre cuánto de la cartera de créditos, por ejemplo, debería responder a los criterios ASG. Al respecto, es importante considerar que más allá de los porcentajes observados en los países con importantes avances al respecto, lo que se aprecia es que las medidas que promuevan la adopción de los criterios se aplican en determinados contextos.
El contexto en el que se desarrollan las actividades financieras en el país es particular, pues el sector es altamente regulado a través de diversas medidas, que no necesariamente configuran un escenario en el que quede espacio para la aplicación de los criterios ASG; como por ejemplo, la aplicación de cupos de cartera a un grupo de sectores y la aplicación de tasas máximas y mínimas.
En ese sentido, para que el sector avance en la Inclusión de los criterios ASG podría analizarse otro tipo de medidas que favorezcan a la descarbonización de la economía, labor que el sector financiero, en el país y el mundo, considera fundamental por el rol transversal que juega en la economía.
Con el objetivo de apoyar en la medición del impacto al desarrollo sostenible, conociendo las características de los prestatarios (fa-millas y empresas), desde la Asoban se ha de-arrollado el Sistema de Medición de Impacto al Desarrollo Sostenible (Simides), una plataforma que permite recoger información de primera mano e incorporarla a una plataforma para la construcción de indicadores homogéneos, bajo estándares internacionales.
La plataforma ha sido desarrollada con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Bid Invest. A partir del 1 de junio de 2023, el Simides co menzó a recoger información de las entidades para, paralelamente, alimentar los indicadores y constituir la línea base del proyecto; que, a su vez, cuenta con una línea de impacto a alimentarse posteriormente. La iniciativa se constituye en un proyecto innovador, no sólo a nivel local, sino regional.
*Daniella De Sousa, es Gerente de Asuntos Económicos de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia. (ASOBAN)
Fuente: Braq