Tomando como ejemplo el modelo cíclico de la naturaleza, la economía circular se presenta como un sistema de aprovechamiento de recursos donde la sostenibilidad de su uso, es el criterio que prevalece. Se aboga por utilizar la mayor parte de materiales biodegradables posibles, en la fabricación de nuevos bienes de consumo, para que éstos puedan volver a la naturaleza sin causar daños medioambientales (pasivos ambientales).
La Economía Circular se ha convertido en un paradigma que busca el desarrollo sostenible de la industria boliviana, proponiendo diferentes estrategias innovadoras en algún eslabón de la cadena productiva, conceptualizando, diseñando y produciendo nuevos productos o servicios.
Para este nuevo enfoque globalizado, surge la premisa de relacionarse positivamente con la naturaleza, el medio ambiente a través de la innovación de procesos, mismas que reciben una mayor aceptación en el mercado por ser el reflejo de una visión empática de los actuales negocios.
En resumen: El desafío actual de los nuevos negocios, tiene como objetivo generar prosperidad económica, proteger el medio ambiente y prevenir la contaminación, priorizando el fin último que busca toda organización: la sostenibilidad. A este concepto se lo denomina ECONOMIA CIRCULAR. En aquellos casos en los que no sea posible utilizar materiales Biodegradables o EcoAmigables (eco-friendly) el objetivo planteado por la Economía Circular, será el de facilitar un tratamiento/reciclaje sencillo a todo residuo industrial, para darle una nueva vida adicional, reincorporándolos al ciclo de producción y habilitar una nueva pieza/insumo.
CASO REFERENTE EN BOLIVIA:
La producción de Diésel Ecológico de alta calidad, generado a partir de residuos sin contaminación secundaria (llantas y aceites usados de motor y plásticos) creado e Implementado por el Ing. Francisco Xavier Iturralde Torrico (CEO empresa OXSA) que en esencia es un proceso tecnológico llamado Pirólisis es un excelente ejemplo de la aplicación del paradigma de Economía Circular.
Este proyecto para el caso de Bolivia logra una optimización de la eficiencia y calidad de un nuevo producto – Biodiesel (validado en camiones nacionales y equipos agroindustriales) con grandes perspectivas de masificarse nacional e internacionalmente por su bajo costo, su alto rendimiento técnico, y la generación potencial de empleos que conlleva.
El éxito de este nuevo know how, que ameritará registrarlo y patentarlo local e internacionalmente, permitirá exportar estas plantas tecnológicas al mundo. Países con Paraguay y Chile han manifestado su interés de comprar este combustible, o facilitar condiciones para instalar múltiples plantas de producción, en concordancia con una política país que promueve la Economía Circular.
Consideraciones Básicas a considerar
Debe conseguirse la circularidad en los procesos (producción y consumo responsable) con las siguientes consideraciones:
- Aplicar conceptos de economía circular, enfocado solamente en la dimensión ecológica, NO es sostenible:
La economía circular funciona operativamente, extendiendo la vida útil de los productos y reubicando los desechos desde el final de la cadena de suministros hasta el inicio de la misma. Mientras mayor sea la eficiencia productiva, se puede asegurar un diseño eco innovador, logrando transformar los residuos en recursos.
Para el caso del Biodiesel Ecológico esta variable es altamente positiva. El rendimiento estándar proyectado para producir 1 litro de diésel ecológico, necesitara de 1 kilo de residuos. Ese kilo puede ser una mezcla de 50% de aceite, y 50% de llantas usadas, o 30% de llantas y 70% aceite usado de motor. Asimismo puede usarse aceites de navieras mercantes, de avión, de vehículos, y de residuos útiles para producir un litro de un nuevo material que absorbe residuos de otras industrias.
Mensaje: La dimensión ecológica, debe ser complementada con la dimensión ambiental y la social. Todas ellas en su conjunto construyen el sistema de Economía Circular.
- La falta de Políticas específicas y la informalidad como limitante del sistema: En el escenario Local, existen amplias barreras para implementar negocios con orientación sostenible: Si los productos están dentro del universo de productos que produce, comercializa o subsidia el aparato estatal, de seguro la normativa local será inexistente o altamente restrictiva. El desafío para el gobierno es y será generar una flexibilidad real y eficiente en la carga impositiva (tanto en tributos de operación como de importación) para motivar el nacimiento de varios proyectos similares.
Ya en la dimensión humana, en un mercado laboral boliviano altamente informal, es evidente que los actores que ejecutaran la operativa del reciclaje, requieren acceder a mecanismos de formalización que sean simples. Incentivos a estas actividades de alto esfuerzo y sacrificio, generara efecto multiplicador y replica positivamente en el sector Industrial, sumado a la presencia de un ente regulador capaz de habilitar canales formales para la comercialización de bienes y servicios.
El proyecto Biodiesel Ecológico, con la instalación de una planta generadora, podría generar 5.000 empleos directos e indirectos (Según referencia del creador del proyecto) debido a actividades de recolección de la materia prima, el proceso productivo, y el posterior transporte y comercialización del producto. Actores secundarios como talleres mecánicos, transportistas y otros, generarían un efecto multiplicador positivo.
¿Se imaginan que empresas Bolivianas que generen estos residuos, asuman una posición responsable y se vinculen a empresa como la descrita?
- El cliente/Consumidor como clave del proceso: Si bien el Estado debe entender su rol promotor de estas iniciativas, al nivel de la sociedad, el consumidor debe saber orientar sus compras y premiar al productor que sabe usar los recursos de manera correcta y sostenible. Esto no se resuelve con mas leyes, se resuelve con mucha educación.
Esto sin duda es un proyecto País que tendrá éxito con un giro cultural de toda la sociedad.