En el mundo de los negocios, a menudo me encuentro con una confusión fundamental: la idea errónea de que una estrategia es simplemente un plan. Pero, en realidad, en el ámbito empresarial, una estrategia y un plan son dos conceptos completamente distintos.
A ver…traiga la bebida de su preferencia y le cuento sumercé!
La confusión acerca de lo que realmente es una estrategia se debe, en gran medida, al uso generalizado e incorrecto de la palabra «estrategia». La empleamos para sonar fancy ( a los marketers nos encanta hacer eso), como en «gestión estratégica de recursos humanos» o «marketing estratégico» 😅.
También la utilizamos en nuestra comunicación diaria para reflejar nuestras ideas sobre cómo alcanzar ciertos objetivos. Por ejemplo, «mi estrategia para perder peso es ir al gym todos los días» 😳 (en serio hay gente que dice eso).
Sin embargo, en el contexto empresarial u organizacional, una estrategia implica algo completamente distinto y debe ser así, porque de lo contrario, cualquier plan, enfoque o proceso podría considerarse una estrategia, lo cual nos conduciría a un punto muerto.
Entonces, que siempre es una estrategia y por qué es diferente de un plan.
➡️ Estrategia es una lógica, Planificación es un proceso.
Antes de continuar, permítanme que esta distinción se asiente.
Una estrategia establece la lógica mediante la cual una organización crea y captura valor.
a) A qué clientes y competidores se dirige (Mercado),
b) Con qué productos y servicios lo hace (Magia),
c) Basado en qué activos y capacidades (Medios),
d) Cómo genera ingresos en el proceso (Dinero),
e) Cómo aprovecha su entorno (Momentum), y
f) Por qué lo hace en primer lugar (Significado).
Siguiendo estos principios, podemos describir la estrategia actual de una organización (cómo crea y captura valor en la actualidad), su estrategia prevista (cómo pretende hacerlo en el futuro) y su estrategia realizada (cómo logró implementar su estrategia prevista). En todos los casos, podemos identificar cuál es la lógica subyacente.
Ninguno de estos aspectos guarda relación con un plan. Un plan describe los pasos necesarios para alcanzar un objetivo y, a menudo (si no lo menciono los PM’s se me enojan), también el tiempo, los recursos y las personas necesarias para lograrlo. Por supuesto, se puede desarrollar un plan para implementar una estrategia, pero ese plan no constituye la estrategia en sí misma.
En otras palabras:
➡️ La estrategia conduce a la definición de objetivos, la planificación conduce a la consecución de esos objetivos.
Es de vital importancia comprender que, en base a la lógica de la estrategia, podemos derivar nuestros objetivos, que luego impulsarán las acciones que estamos planificando.
Este punto es crucial, ya que a lo largo de mi experiencia trabajando tanto en corporativo como en startups he visto organizaciones enteras atascarse debido a que, aunque afirman tener una estrategia (no entiendo como sigue sin exisitir un emoji de «entre comillas»), en realidad han pasado por alto la creación de una. Han formulado una visión, una misión, metas, objetivos, ambiciones, temas y demás, pero no hay una lógica fundamental que explique cómo crean y capturan valor. Poseen un plan y objetivos, pero carecen de la estrategia que debería haber derivado esos objetivos.
Ahora surge la pregunta clave Sumercé: su organización realmente posee una estrategia? O simplemente tiene un plan? 😬
Espero que esta reflexión les ayude a aclarar las nociones y a adoptar una perspectiva más precisa en su camino hacia el éxito empresarial. Manténganse enfocados en el desarrollo de una estrategia sólida, y los objetivos se convertirán en logros alcanzables.
¡Hágale pues! ✌️😸
- es Nómada Digital y trabaja de forma remota desde el 2018 como Growth Strategist enfocada en escalar Startups a nivel internacional, mientras viaja por el mundo.