Conversamos con la directora para América Latina del Global Reporting Initiative (GRI), quien nos brindó sus impresiones acerca de cómo se está abordando la sostenibilidad en los directorios de empresas peruanas y de la región.
Los directorios en empresas peruanas ejercen un rol limitado en el liderazgo de la sostenibilidad. Esta tendencia es mayor en Perú que en el resto de la región, según descubrió el estudio Direccionando la sostenibilidad desde el directorio 2022, impulsado por el Global Reporting Initiative (GRI) y sus aliados estratégicos. Andrea Pradilla, directora para América Latina del GRI, analiza el comportamiento de los directivos de empresas peruanas y de la región.
¿Cuáles son los principales hallazgos del estudio a nivel regional?
Encontramos que, en términos generales, ha madurado la comprensión de un director frente al concepto de sostenibilidad. En la muestra pasada (2016), un director o una directora pensaba que la sostenibilidad era filantropía, mientras que el estudio actual nos muestra que ya es una minoría la que está identificando el concepto de sostenibilidad con filantropía.
Un segundo gran hallazgo: antes, muchos pensaban que la sostenibilidad era responsabilidad de la administración; ahora entienden que el direccionamiento estratégico es tarea del directorio.
Y ahí encontramos todavía inmensas oportunidades en relación al rol de los directores. Aunque hay avances, la mayoría aún tiene un rol pasivo frente a la sostenibilidad. Un 10% a 15% de los directores encuestados no sabe cómo se está gestionando la sostenibilidad en las empresas en las que ejercen su rol de director.
¿Considera que los criterios ESG exigen una transformación del rol de los directores?
Por mucho tiempo, se pensó que lo relacionado a la sostenibilidad ―y ahora criterios ASG― era una función de un área en específico o aislada dentro de la empresa. Pero hoy se está hablando de la existencia de un concepto de sostenibilidad que debe ser abordado por toda la organización.
En ese sentido, es importante entender las diferencias entre el rol del directorio y la administración o gerencia. La gerencia tiene a su cargo la ejecución del plan estratégico, pero la definición estratégica de qué queremos con la sostenibilidad, para dónde vamos, en qué temas se debe trabajar (y en cuáles no) es una función del director.
Según el estudio, el rol de los directorios en el Perú en cuanto a sostenibilidad es bastante secundario: solo se limita a validar y aprobar lineamientos dados por la gerencia. ¿A qué se debe?
Pienso que la pasividad que hemos visto hasta ahora responde en cierta medida a la madurez que se ha venido dando en relación al concepto de la sostenibilidad y ESG, que tradicionalmente se trataba desde el campo de la filantropía o de la voluntariedad absoluta. Pero en la medida en que vamos migrando a la obligatoriedad y que ese riesgo de compliance asociado a la gestión de los temas ESG va en crecimiento, tendrá necesariamente que aumentar la manera en que un miembro del directorio hace su debida diligencia frente a la administración.
Los derechos humanos no han sido parte de la agenda ni lo serán en los próximos cinco años, de acuerdo al estudio. ¿Qué opinión le merece este hallazgo?
Es uno de los hallazgos más preocupantes, teniendo en cuenta que Latinoamérica es la región del mundo con mayores tasas de desigualdad. Buena parte de los problemas en ESG de América Latina están anclados en temas de derechos humanos. Entonces, sí llama mucho la atención la desconexión que existe entre unos y otros. Y a eso debemos de agregarle el contexto mundial actual: la normativa europea, por ejemplo, exige que una empresa realice debida diligencia en derechos humanos y reporte sobre la misma.
Entonces, pareciera que en este tema los directorios tienen una tarea pendiente que puede deberse al desconocimiento de qué se entiende por derechos humanos en el contexto empresarial, así como a los sesgos en la región frente a la situación histórica que ha atravesado cada uno de los países en materia de derechos humanos.
Incluso, también puede deberse a que los temas ambientales y laborales, que en los próximos años tendrán mayor protagonismo en la agenda de los directorios, han recibido más atención de la opinión pública y tienen métricas un poco más precisas y alineadas al lenguaje que tradicionalmente habla un director.
Menos de la mitad de los directores encuestados manifiesta que su empresa cuenta con reportes de sostenibilidad. ¿Por qué cree que existe esta falta de involucramiento?
Creo que el tema está en auge: esa es la realidad. Hay empresas pioneras que fueron adoptantes tempranos del proceso de reporte y han entendido que al final tienen un deber fiduciario por esa información que también se entrega al mercado. Sin embargo, para muchas organizaciones, el tema sigue siendo nuevo. Esta situación puede llevar a acelerar el involucramiento que tienen las empresas y los directorios frente a la elaboración del reporte de sostenibilidad.
¿Cuál debería ser el rol de los directivos en relación a los reportes de sostenibilidad?
El primer paso es saber si la empresa rinde o no cuentas en temas de sostenibilidad. En este aspecto, el estudio permitió evidenciar que existen directores que no saben si su organización elabora este tipo de reportes.
En el caso de que no se realicen, debería solicitarse que se implementen. En esta tarea, el punto de partida es tener un sólido proceso de materialidad, en el que la empresa va a discutir sobre múltiples temas que existen sobre desarrollo sostenible. Y en esa selección de temas críticos, debe estar involucrado el directorio, porque es el organismo que debe conocer la totalidad de la estrategia de la empresa y direccionarla.
El siguiente elemento, si ya la empresa viene reportando, es entender cómo se está llevando a cabo ese proceso de reporte: ¿qué estándares internacionales están utilizando?, ¿qué temas se están priorizando? y ¿cómo estos temas se están integrando a la visión estratégica de la organización?
Si el proceso está encaminado y el director no está involucrado, corresponde tomar acción para que exista este involucramiento. Y es tarea del director contribuir, desde su rol, con competencias y capacidades en la mejora del reporte de sostenibilidad.
¿Qué opina acerca de las regulaciones que apuntan a establecer estándares para los reportes de sostenibilidad?
La existencia de estas normativas refleja la necesidad de más actores interesados en abordar la crisis climática y social. Lo que considero que va a entrar en juego es qué tipo de información va a necesitar el regulador para medir los distintos aspectos que involucran a la sostenibilidad en el sector corporativo.
El regulador financiero definitivamente va a necesitar conocer cómo está impactando el mercado en la organización. Sin embargo, el regulador sobre temas de agua tiene que conocer cómo es la gestión de este recurso hídrico, su uso, planes de contingencia y demás aspectos relacionados.
Creo que el 2024 será el año en el que discutamos muy de fondo estos procesos, porque lo que tenemos en materia ESG es un tsunami regulatorio. Vamos a ver regulación por todos lados, desde la Unión Europea, los Estados Unidos y en toda Latinoamérica, en donde ya estamos viendo regulación al respecto.
¿Eso implica fortalecer los reguladores?
Expedida la regulación viene la supervisión, y es precisamente ahí donde hay que hacer ese acompañamiento a las entidades estatales. Por un lado, sí se espera que mejore la información reportada, pero también se espera que mejoren las capacidades del supervisor para poder entender esa información que ya está en el mercado.
De hecho, en América Latina, sin que fuera obligatorio, el 83% de las empresas que están listadas en mercado de capitales hace reportes. Y de ese grupo, el 97% de las empresas tienen tradición de rendir cuentas con estándares internacionales. ¿Puede mejorar? Sin duda. La regulación debería encaminarse hacia ese objetivo.
¿A qué retos se enfrentan los directivos en temas ESG?
Los retos incluyen la flexibilidad de pensamiento, entender la sostenibilidad como generador de valor y aumentar la diversidad en los directorios. Las oportunidades están en adquirir nuevos conocimientos y madurar en la mentalidad sobre la utilidad de la sostenibilidad.
¿Es crucial que uno de los miembros del directorio sea un experto en ESG o establecer un comité de sostenibilidad?
Sí, debe haber un expertise más especializado en temas asociados a la materialidad de la organización. En las buenas prácticas de gobierno corporativo de la sostenibilidad, la idea no es que esté en comités únicamente, sino que se aborde en pleno por el directorio.
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