Un panorama desalentador ha revelado el Informe de Desarrollo Sostenible (SDR, por sus siglas en inglés) 2024, publicado en junio por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) está en camino de lograrse para 2030.
Los datos son alarmantes. De acuerdo con un artículo de la Red Española para el Desarrollo Sostenible, solo el 16 % de las 169 metas de los ODS han avanzado de manera significativa, mientras que el 84 % restante presenta progresos limitados o retrocesos. A nivel global, el progreso de los ODS ha estado estancado desde 2020, pese a que se está en la Década de Acción.
Según el SDR, Bolivia ha mostrado avances en el cumplimiento de los ODS —especialmente en los objetivos Acción por el Clima (ODS 13) y Alianzas para Lograr los Objetivos (ODS 17)—, pero no con el ritmo necesario. Actualmente, ocupa el puesto 90 de un listado conformado por 167 naciones.
En este contexto sombrío, las empresas bolivianas emergen como una esperanza crucial para alcanzar los ODS. El estudio Acción por los ODS: Aproximación metodológica para el sondeo sobre la contribución de empresas bolivianas a la Agenda 2030, impulsado por el Pacto Global Bolivia y la ONU, refuerza esta perspectiva.
A través de un análisis detallado de 24 empresas de diversos sectores, este estudio demuestra cómo las estrategias corporativas alineadas con los ODS pueden generar un impacto positivo significativo en la sociedad y el medio ambiente.
Contribuciones clave de las empresas a los ODS
De acuerdo con el estudio Acción por los ODS, el 83 % de las empresas encuestadas desarrollan acciones sociales internas y externas para mitigar la pobreza. Además, el 75 % incluye políticas centradas en los derechos de la niñez y adolescencia, y realiza campañas internas de sensibilización sobre este tema.
Sobre este ODS, el estudio revela que el 67 % de las empresas consultadas “cuentan con programas orientados a promover una alimentación sana y responsable”, aunque solo el 17 % tiene políticas dirigidas al consumo responsable de alimentos para disminuir desperdicios.
El documento señala que la protección de la salud de los empleados es una prioridad: el 100 % de las entidades participantes consideran importante garantizar acceso a un seguro universal y el 88 % prioriza la implementación de acciones para promover la vacunación contra la COVID-19. Además, el 67 % apoya la lactancia materna mediante la asignación de espacios adecuados o tiempo para lactancia.
Con relación al ODS 4, el texto indica que el 96 % de las empresas tienen actividades de formación para sus colaboradores; el 87 % encara programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y el 91 % ofrece pasantías para estudiantes de nivel técnico y universitario.
Sobre este ODS, el estudio muestra que el 92 % de las empresas “cuentan con medidas internas y externas orientadas a eliminar toda forma de violencia contra las mujeres” y con “procedimientos de contratación iguales entre hombres y mujeres”. También, un 79 % posee una política de equidad de género.
“En cuanto a la gestión eficiente del agua, el 71 % de las empresas tiene programas específicos, el 80 % monitorea y administra su consumo de agua, el 73 % ofrece capacitación sobre el uso responsable del recurso hídrico y el 39 % dispone de tratamiento de aguas dentro de sus instalaciones”, revela el documento.
El 75 % cuenta con políticas sobre el uso y consumo de energía, y en un mismo porcentaje tiene planes para implementar energías renovables en sus sistemas empresariales.
El estudio revela que el 95 % de las empresas participantes“mantienen contratos por escrito” y “brindan protección social conforme a la ley (pago de cajas de salud, aportes para pensiones de jubilación, vacaciones, aguinaldos, etc.)”. Además, “el 90 % cuenta con mecanismos formales de diálogo entre empleados y niveles jerárquicos”.
De las empresas consultadas, “el 92 % ha incorporado la innovación como parte de su cultura organizacional”; el 88 % invierte en I+D+i y el 87 % señala que ha invertido en instalaciones e infraestructuras sostenibles.
Entre las acciones más destacables de las empresas con respecto al ODS 10, “el 92 % tiene políticas de igualdad de oportunidades y el 75 % trabaja con prácticas de comercio justo con proveedores y productores”.
Si se aborda el ODS 11, la aproximación metodológica remarca que “el 83 % de las empresas contratan mano de obra local”; “el 78 % utiliza materiales sostenibles en sus construcciones” y “el 70 % promueve el desarrollo de infraestructuras sostenibles”.
“El 46 % de las empresas cuentan con acuerdos de negociación colectiva”, mientras que “el 71 % dispone de programas para fomentar la bancarización en su cadena de valor”, reporta el estudio. Asimismo, el 75 % ofrece “programas de capacitación en temas medioambientales y de desarrollo sostenible”.
Con relación a la Acción por el Clima, la investigación apunta que el 54 % de las empresas “cuentan con programas de capacitación en cambio climático” y un similar porcentaje afirma tener medidas de adaptación en esta problemática ambiental.
Los resultados de las empresas en cuanto a medidas del ODS 14 son los siguientes: El 45 % de las empresas aseveran tener “criterios de reducción de plásticos” y un 29 % realiza actividades de voluntariado para la sostenibilidad de cuerpos de agua.
De las empresas encuestadas, el 33 % “tiene estrategias orientadas a gestionar impactos en la biodiversidad” y el 46 % invierte en conservación de ecosistemas.
El 79 % de las empresas promueven programas de cumplimiento ético y de gobernanza, y el 92 % tiene mecanismos para reportar malas conductas.
Otro dato relevante que muestra el estudio es que “el 33 %de las empresas emiten reportes bajo estándares GRI”; el 27 % elabora memorias anuales de RSE; el 20 %, reportes intermedios siguientes los estándares del Pacto Global y un 7 %, reportes de Comunicación de Progreso (COP).
Según la información recopilada de las empresas, el 88 % ha generado alianzas con ONG; el 83 %, con universidades y gremios empresariales; el 67 %, con entidades gubernamentales; el 63 %, con entidades de las Naciones Unidas, y el 42 %, con organizaciones de la sociedad civil.
La relevancia de las empresas en la Agenda 2030
La adopción de los ODS representa una estrategia beneficiosa tanto para el bienestar global como para el crecimiento económico y la imagen pública de las empresas. En Bolivia, las empresas están demostrando que pueden ser catalizadores esenciales para la consecución de los ODS, proporcionando un ejemplo inspirador de cómo el sector privado puede liderar el camino hacia un futuro más sostenible.
Aunque el panorama global de los ODS es preocupante, las empresas bolivianas están tomando medidas significativas para abordar estos desafíos. Su compromiso y acciones son esenciales para impulsar el progreso hacia la Agenda 2030 y construir un futuro más justo, sostenible y próspero para todos, y —como diría la ONU— sin dejar a nadie atrás.
Referencia:
Artículo escrito por Mgtr. Lic. Patricia Olmos Castro
El abuso de siglas, me hizo perder el enfoque… Y el exceso de datos redundantes podría resumirse en pocas conclusiones más concretas. A esta altura no se de qué trataba el artículo