El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción (Global Alliance for Buildings and Construction, GlobalABC), publicado en 2024, revela que en 2022 la demanda de energía y las emisiones del sector de los edificios y la construcción representaron más de una quinta parte de las emisiones mundiales. Otro dato significativo del informe es que este sector generó el 37 % de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía operativa y los procesos.
En este contexto, Alexandra Delgado Jiménez, Investigadora Principal de Arquitectura de la Universidad Nebrija, destaca la estrecha relación entre el sector de la construcción y el consumo energético: «El sector de la construcción es clave tanto en la fase de obra como en la fase operativa o de funcionamiento. Invertir en eficiencia energética es ahorrar de manera significativa y contribuir a la reducción del impacto ambiental». Además, subraya la urgencia de abordar la crisis climática: «Hacer los cambios lo antes posible es fundamental; el impacto del cambio climático ya es una realidad y será mayor en el futuro si no actuamos. Acelerar la transición ecológica y energética de la industria es un desafío”, puntualiza Delgado.
La experta señala que la construcción sostenible avanza cada vez más en términos de eficiencia energética, impulsada por innovaciones tecnológicas que pueden transformar las edificaciones en espacios más sostenibles. Destaca que el primer paso es reducir el consumo de energías fósiles en climatización y promover medidas económicas y sociales que faciliten la transición a energías renovables. Para ello, es clave apostar por diseños bioclimáticos y pasivos, así como incorporar tecnologías limpias, como la geotermia, una fuente de energía renovable que aprovecha el calor del interior de la Tierra.
«Veremos cada vez más edificios de consumo cero y edificaciones que generan más energía de la que consumen. Es el paso de consumidores a prosumidores. Lo importante es escalar la transformación: pasar de proyectos piloto a una implementación generalizada. El principal reto está en el parque edificatorio ya construido», explica la investigadora.