Belém, Brasil, (ABI). – El presidente Luis Arce advirtió que la Amazonía, los bosques, ríos y selvas enfrentan una crisis estructural que amenaza la vida, por lo que llamó a tomar conciencia de esta situación y actuar en consecuencia.
El dignatario boliviano realizó estas afirmación durante su participación en la IV Cumbre Jefes de Estados partes de la Amazonía, que se desarrolló en la ciudad de Belém, de la República Federativa de Brasil, entre el 8 y 9 de agosto de 2023.
“Nuestra Madre Tierra enfrenta una grave crisis sin precedentes en la historia. La Amazonía, nuestros bosques, ríos y selvas enfrentan una crisis estructural que amenaza la vida, es preciso tomar conciencia de esta situación y actuar en consecuencia”, manifestó Arce en la oportunidad.
De acuerdo con el jefe de Estado, el mundo atraviesa por múltiples y sistemáticas crisis estructurales que demuestran que la sobreexplotación de la naturaleza, ejercida principalmente por los países denominados “desarrollados” afecta profundamente a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, los sistemas alimentarios y los sistemas de vida.
El capitalismo, apuntó, está poniendo en riesgo a sus dos fuentes de generación de riqueza (a la humanidad y a la naturaleza), sin generar las condiciones para su reproducción y, al mismo tiempo, de explotar a la naturaleza pensando en su infinitud.
La Amazonía cubre aproximadamente 7 millones de kilómetros (Km) cuadrados, lo que equivale a casi el 40% del territorio de América del Sur y el 6% de la superficie del planeta.
“La Amazonía enfrenta hoy en día a un modelo de economía basado en la maximización del crecimiento económico que prioriza intereses a corto plazo, como la expansión de la frontera agrícola y la explotación de recursos naturales, sin considerar adecuadamente las consecuencias ambientales y sociales a largo plazo”, denunció Arce.
Afirmó que ese desequilibrio, que afecta al medio ambiente y pone en peligro la salud de los ecosistemas y la vida en el planeta, puso en riesgo a las más de 390.000 especies de plantas y a las 16.000 especies de árboles en la Amazonía.
“No obstante, hoy venimos con el firme compromiso de proteger la unión de la Amazonía, sus pueblos y su biodiversidad. Nuestra determinación es velar por la preservación de este ecosistema único y promover un desarrollo sostenible en armonía con la Madre Tierra. Consideramos que este es el camino que debemos seguir y solo podremos transitar en base al trabajo coordinado y la cooperación sostenida”, reflexionó.
Afirmó que la Amazonía produce alrededor del 20% del oxígeno del planeta, lo que ha llevado a que sea conocida como “el pulmón del mundo”. Además, absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático, regulando el clima global.
A decir de Arce, Bolivia “ha sido el país pionero en reconocer a la Madre Tierra como un ser vivo y en establecer un enfoque holístico hacia la protección del medio ambiente”.
Destacó la importancia de la interconexión entre todos los seres vivos y la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
Bolivia alberga una parte significativa del ecosistema amazónico y desarrolla un rol fundamental en la regulación climática y el mantenimiento de los ciclos hidrológicos, insistió el presidente Arce.