Cuando le consultan a un Boliviano, cual departamento es el mayor productor de banana/plátano en el país, las estadísticas confirman que Cochabamba es el referente nacional. Si bien el cultivo del banano se extiende en los departamentos de La Paz (Palos Blancos, Caranavi), Tarija, Santa Cruz, Beni, Pando, es el trópico de Cochabamba, el principal productor y exportador de banano. Las estadísticas sobre exportaciones, mencionan que en 2021, Bolivia exportó USD 38,3M en Plátanos, siendo sus principales destinos Argentina (USD 37,6M) Polonia (USD. 12,2k) y Alemania (USD. 962).
Publicaciones de prensa local, menciona que la industria bananera es el sustento de aproximadamente 25.000 familias en el Chapare, quienes se dedican a su producción y comercialización en su estado natural, así como al proceso de generación de valor agregado en subproductos como barras energéticas, saborizantes, esencias, yogurts, helados y el fruto liofilizado.
En cuanto a la variedad de banano más producida en Bolivia, debemos hablar del Mokotaki, sin embargo, nuevas especies de gran acogida en el mercado internacional como las variedades Williams, Cavendish, Gran Naim, Guayaquil y Fhiaz, están en proceso de implementación en la cosecha nacional, buscando atender las demandas del mercado internacional..
La banana es una fruta tropical procedente de la planta herbácea del mismo nombre, perteneciente a la familia de las musáceas. Tiene forma alargada o ligeramente curvada, de 100 a 200 gramos de peso. La piel es gruesa, de color amarillo y fácil de pelar, y la pulpa es blanca/amarillenta y carnosa. Entre sus amplias bondades, se destaca al plátano como una fuente de nutrientes esenciales, como vitamina B6, Potasio y fibra dietética, siendo materia prima para formular alimentos terapéuticos destinados a combatir la desnutrición.
Sin embargo, en cada temporada de cosecha y procesado, se genera una gran cantidad de residuos, tanto por el desecho de los tallos de las bananas (vástagos, hojas, flor, corona) como por el mismo producto (racimos de segunda calidad y de rechazo) que en proporciones generales, representan el doble de la cantidad de banano producido (considerando las cantidades de desechos tanto biodegradable como no biodegradable). Muchos de estos residuos acaban como basura orgánica sin uso ni aprovechamiento, planteando desafíos ambientales tanto para los cultivadores, los centros de acopio-cosecha y el comercio en general.
En este contexto, compartiremos experiencias de emprendimientos locales desarrollados en UGANDA, cuyo ejemplo de un manejo sostenible de residuos, ha permitido consolidar nuevas industrias y tecnologías para la reutilización de desechos en base a la fibra del tallo de banana.
EL CASO UGANDA:
La Republica de Uganda es reconocida mundialmente por ser el segundo productor y consumidor mundial de bananas, destacando un consumo percapita cercano a un kilogramo del producto por persona por día, indicador que respalda una actividad económica de alto impacto, que genera que más del 75% de la población ugandesa, dependa de esa fruta como alimento básico. La industrialización de la banana permite múltiples aplicaciones que van desde la cocina en platos salados, así como su procesamiento en vinos, zumos, cerveza, aperitivos deshidratados entre otros. Se destaca como la variedad de mayor producción y tecnificación en Uganda, a la especie ENSETE (llamada también falsa banana) genero propio de regiones tropicales de África, que se constituye en el mayor referente de los cultivos alimenticios de esta región.
NUEVAS TECNOLOGIAS Y ORIENTACIONES
- Transformación de los tallos de banana en fibra para productos textiles y artesanales sostenibles.
Tradicionalmente, las fibras de banana se han extraído mediante procesos manuales, orientados a raspar la vaina de la fruta hasta desenterrar las fibras. Este proceso de reutilización de los residuos es altamente intensivo en mano de obra (artesanal) y no es viable para la producción comercial a gran escala.
Para mejorar este proceso, los pequeños productores de banana de Uganda, se asociaron con el sector local de ingeniería no formal para desarrollar una máquina extractora, que facilitara el procesamiento de la fibra. Empresas start-ups de base comunitaria, como TEXFAD (https://www.texfad.co.ug/) trabajan con pequeños agricultores que le proveen los tallos y alimentan un proceso de mayor escala, generando un cambio de percepción respecto a un residuo que generalmente era desechado. En su lugar, disfrutan de mayores ingresos y permiten la producción de más de 2.500 metros cuadrados de tapetes al año.
La fibra de plátano es también conocida como fibra de musa y calificada como una de las fibras naturales más fuertes del mundo por su durabilidad. Es una fibra similar a la fibra natural del bambú, pero su capacidad de la rotación, finura y resistencia a la tracción es mayor.
La fibra del plátano se puede utilizar para hacer un número de diversos tejidos con diversos pesos, dependiendo de qué parte del vástago del plátano se extrajo la fibra. Las fibras más gruesas y resistentes se toman de las vainas externas de los árboles de banano, mientras que las vainas interiores dan como resultado fibras más suaves.
Esta orientación hacia un proceso industrial de generación de una fibra noble, soluble y biodegradable, en volúmenes suficientes para una actividad económica, le está permitiendo a los cultivadores/cosechadores de banana, habilitar una materia prima para generar emprendimientos para producir tapetes, extensiones de pelo biodegradables, tejidos similares al algodón y cuero vegano, que ofrece la materia prima sostenible para producir zapatos, cinturones, carteras y artesanías de confección.
En cuanto a subproductos de la producción de fibra de banana, Uganda esta promoviendo la carbonización de la fibra para producir briquetas de carbón vegetal (bloques sólidos usados como biocombustibles para generar calor, utilizados en estufas, chimeneas y hornos) que no producen humo y ofrecen de cuatro a seis horas de energía limpia.
- LA FIBRA DEL BANANO PARA PRODUCCIÓN DE PAPEL
El proceso tradicional de fabricación de papel, usa la madera como materia prima. Sin embargo, problemas como la deforestación han motivado la implementación de nuevos recursos, considerando entre ellos los residuos agrícolas. Es por ello que surge como una nueva alternativa la extracción de la celulosa del pinzote de banano (Musa paradisiaca), el cual es un residuo del cultivo y comercialización de este fruto, para la obtención de papel artesanal. En el proceso establecido es recomendable mejorar las etapas de prensado y secado a fin de reducir el porcentaje de agua en el papel finalmente obtenido, a fin de brindar un mayor tiempo de vida útil al producto.
La producción de papel artesanal, en las etapas finales del proceso (Clarificado y prensado) también permite fabricar productos adicionales como platos desechables, bioplásticos para utensilios alimenticios, fundas de papel cartón y papel tapiz. Todos ellos productos biodegradables generados con un esquema de economía circular que permiten consolidar industrias sostenibles.
- EXTRACCION DE PULPA DE LOS DESECHOS BANANEROS
Durante el proceso de extracción de la fibra, se genera otro subproducto de alta valía para la economía circular: la pulpa. Este subproducto destaca por tener un bajo contenido en fibra, lo que mejora sus propiedades para su aplicación como aditivo en alimentos que facilitan la digestión. Aprovechando esta cualidad, se plantea el uso de este subproducto del proceso de extracción, como fuente de antioxidantes naturales para productos de consumo masivo, así como de aplicaciones en acuicultura (crianza y cosecha de peces y otros organismos en todo tipo de ambientes acuáticos) siendo una alternativa a los antioxidantes sintéticos empleados actualmente.
CONCLUSIONES:
Entre alguno de los efectos directos de una orientación sostenible de la industria bananera en el manejo de residuos, podemos destacar:
- La industria de la fibra de banana apoya la creación de empleo directo, a través de la formación profesional, el desarrollo de competencias y la incubación de empresas, acelerando el empleo en todo el país.
- Apoyo a la industria turística local con productos artesanales innovadores y altamente valorados por segmentos de la población socialmente responsables.
- Las economías circulares se posicionan para la prosperidad: Las organizaciones que se embarcan en la transformación circular, creando modelos operativos y empresariales más adaptables, están mejor posicionadas para prosperar, incluso en tiempos de disrupción, al tiempo que contribuyen al crecimiento sostenible.
- La sostenibilidad, implica un aumento de la producción, a partir de la automatización/mecanización de procesos: Tal cual es el caso expuesto de UGANDA, ellos aspiran a convertirse en un centro de excelencia en la producción de productos sostenibles respetuosos con el medio ambiente en África, adoptando al mismo tiempo un enfoque de economía circular. La producción masiva de productos de fibra de banana tiene un gran impacto en la sociedad promoviendo las mejores prácticas de consumo y producción sostenibles.
Para nuestro país, estas experiencias representan un enorme potencial de aprovechamiento, solo falta mayor promoción.
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