La afirmación pertenece al presidente de Francia Emmanuel Macron al referirse a los incentivos para el sector privado durante la presentación del plan de Francia para reducir las emisiones de CO2 para 2030. El rol de la soberanía en la estrategia de descarbonización, y la necesidad de que las soluciones sean competitivas en términos económicos.
“El sector privado desempeña un papel fundamental en la transición ecológica, y Francia está comprometida en proporcionar los incentivos adecuados. Uno de los enfoques clave es la creación de créditos de carbono y la sincronización de los mismos. Además, se está trabajando en la implementación de créditos de biodiversidad. Estos mecanismos no solo fomentarán prácticas más ecológicas en el sector privado, sino que también recompensarán a aquellos que contribuyan positivamente al medio ambiente”, explicó Macron.
Con respecto a la estrategia ecológica destacó la importancia que juegan la accesibilidad y la equidad. “El país se compromete a no dejar a nadie sin soluciones ambientales. Esto incluye iniciativas como un plan de arrendamiento de vehículos eléctricos a solo 100 euros al mes, que estará disponible a partir de noviembre. Esta medida busca no solo hacer que los vehículos eléctricos sean accesibles, sino también promover la producción europea de estos vehículos”, afirmó.
Para Macron la soberanía es un tema esencial vinculado a los anuncios. En ese sentido, la estrategia de descarbonización busca reducir la dependencia de Francia de los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, que no producen internamente. “Se prevé que para 2030, gracias a esta estrategia, reduciremos nuestra dependencia de energías fósiles en un 60%, pasando a depender solo en un 40%. Un hito crucial es nuestra meta de abandonar por completo el carbón para la producción de electricidad antes del 1 de enero de 2027”, agregó.
También destacó que la estrategia se centra en la creación de valor económico y en la industria. “Nuestra dependencia de los combustibles fósiles nos cuesta 120 mil millones de euros al año. Reducir esta dependencia nos permitirá reinvertir esos recursos, mejorar nuestra balanza comercial y evitar tener que compensar desequilibrios en los precios mundiales. Esta estrategia también tiene un impacto positivo en el poder adquisitivo a largo plazo”. Y agregó que la competitividad es fundamental para que esta estrategia sea exitosa. “Debemos asegurarnos de que las soluciones de descarbonización sean competitivas en términos económicos. Esto es coherente con nuestra estrategia económica global, que nos ha convertido en el país más atractivo de Europa. También estamos enfocados en bajar los costos de inversión para la industria verde, lo que ayudará a mantener la competitividad y enfrentar la competencia internacional”.
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