Se trata de una iniciativa cochabambina que desafía el paladar de los bolivianos, con papas rellenas de anticucho, un alimento libre de gluten y puede ser consumido por todos. Tampoco contiene conservantes.
En Guajojo lograron transformar un snack clásico de la comida boliviana en un bocadillo de sabores que varían de acuerdo con la combinación que cada cliente decida experimentar. Hablamos de las papas rellenas. Este emprendimiento es uno de los finalistas del concurso Emprende Ideas en Gastronomía de la Fundación Samuel Doria Medina.
Aldo Carvallo y su novia Jessica son los creadores de esta iniciativa cochabambina que desafía el paladar de los bolivianos, con papas rellenas de anticucho, pique a lo macho y costillas a la barbacoa, además de los tradicionales rellenos de pollo, queso o carne.
Además, ofrecen “papas rellenas de autor”, de acuerdo con la fecha. Por ejemplo, en abril, cuando se recuerda el aniversario de Tarija, Guajojo ofrece papas rellenas de saice tarijeño y carne al vino, en una representación de la cueca chapaca.
El producto está hecho cien por ciento de papa; no lleva rebosado de harina, por lo que es un alimento libre de gluten y puede ser consumido por todos. Tampoco contiene conservantes.
Lo que parece ser en la actualidad un negocio totalmente constituido, con ambientes acogedores en el centro de Cochabamba, surgió cuando Aldo perdió su trabajo durante la pandemia.
Con ganas de seguir estudiando y de poder colaborar con sus padres, empezó cocinando pique a lo macho, mondongo y otras comidas nacionales. Él mismo distribuía los pedidos, montado en su bicicleta.
En la búsqueda de salir adelante, Aldo recordó que de niño acompañaba a su mamá a vender papas rellenas en el estadio de Cochabamba y que le encantaba probarlas. Fue así que decidió revalorar los sabores perdidos de su infancia e iniciar un nuevo emprendimiento.
Aldo y Jessica emprendieron sin contar con un capital de arranque, con palets que consiguieron de regalo para construir sus primeras mesas y sillas. Trabajaron de día y de noche hasta lograr su objetivo. No fue fácil, pero sin duda fue el camino correcto, porque hoy tienen uno de los productos preferidos por los cochabambinos.
El nombre de Guajojo proviene de un ave del oriente boliviano, que posee detalles únicos. Así también este emprendimiento: pretende ofrecer a la población una experiencia única.