Esta ave nunca había sido registrada por encima de los 1.900 msnm. Esta vez fue observada en la zona sur de La Paz. En la misma ciudad se recogió a otra especie, cuyo hábitat tampoco es la zona andina.
Esta nota fue tomada del periódico digital La Región con fotos de Rafael Mounzón del Club Ornitológico de La Paz ‘Cóndores’
La presencia de un guajojó en los jardines de un colegio de la zona sur de La Paz llamó la atención a propios y extraños, ya que se trata de una especie –Nyctibius griseus- que habita en zonas tropicales, es decir, bosques abiertos y sabanas. En el oriente de Bolivia es muy conocida por su canto, razón por la cual el compositor cruceño Percy Ávila le dedicó un tema que lleva el mismo nombre.
Rafael Mounzón, estudiante de Biología, dijo a La Región que personal del Colegio Alemán ‘Mariscal Braun’ comunicó del hallazgo al Club Ornitológico de La Paz ‘Cóndores’, al que él y varios de sus compañeros así como docentes pertenecen. Ante el llamado, acudieron a observar al individuo, que estaba en una estructura de cemento. Al ser de actividad nocturna, durante el día permanece inmóvil, comúnmente en ramas de árboles, mimetizado por su plumaje. Se alimenta de insectos voladores.
Su presencia en una urbe y mucho más a 3.400 msnm, en el caso del sur de La Paz, preocupa de sobremanera a los expertos, ya que nunca antes se había registrado su aparición a más de 1.900 msnm. Una de las posibilidades es que llegó hasta ahí después de los incendios que azotaron a la Chiquitania boliviana, entre agosto y septiembre pasados.
“Hoy fuimos a ver si seguía ahí pero ya no la encontramos. Por lo que observamos ayer es un ave juvenil y es posible que pueda moverse a otro lugar. En las últimas semanas en La Paz se está sintiendo mucho más calor. Nosotros creemos que hay posibilidades de que sobreviva, porque el Club ha recibido varios reportes de especies de aves que no se habían visto antes, generalmente de la familia cocúlide”, explicó.
Algunas de estas aves sí son migrantes y cuando se las encuentra, están muy afectadas porque no encuentran comida ni agua. Esto sumado a los conflictos político-sociales de las últimas semanas, altera su ciclo de vida.
Al Club llegan muchas llamadas de amigos de los miembros, así como contactos por Facebook, que dan cuenta de hallazgos de individuos poco comunes para esta zona.
Sofía Lottersberger, también miembro de la agrupación y estudiante de Biología, contó que hoy entregó una pisaka (Nothoprocta ornata), que fue encontrada en el barrio de Miraflores, a 3.600 msnm, también en La Paz. Álvaro Garitano, doctor en Biología, lleva adelante un registro completo de esta especie, para controlar su peso, medida, entre otros detalles.
“El chico que nos avisó estaba muy preocupado y yo me contacté con este docente, porque está haciendo un trabajo muy completo al respecto para seguir investigando. Esta especie silvestre es común en La Paz, pero no en la ciudad”, dijo.
Actualmente, los miembros del Club están atentos, para ver si alguien avista nuevamente al guajojó en la sede de Gobierno.