Según la Encuesta Mundial de Valores, los bolivianos además están muy orgullosos de su nacionalidad, y ponen por encima del desarrollo económico el cuidado del medio ambiente.
Octubre, 2019.- La Encuesta Mundial de Valores (EMV) en Bolivia, fue aplicada por primera vez en Bolivia entre marzo y abril de 2017, como parte de la séptima ronda internacional de encuestas de este consorcio de investigación. El informe brinda datos muy reveladores, pero a la vez contradictorios sobre cómo son los bolivianos en diferentes aspectos, que son un desafío para seguir analizando su comportamiento, sentimientos y expectativas en la vida.
La EMV fue ejecutada por un equipo profesional de Ciudadanía, una comunidad de estudios sociales y acción pública, con experiencia en el diseño, realización y análisis de estudios mediante encuestas de opinión. Este informe, entregado en pasados días, puede resumirse en cinco dimensiones:
Los niveles de confianza interpersonal son muy bajos, lo que contrasta con una participación social relativamente alta
La confianza interpersonal es en promedio baja en América Latina, en comparación con otras regiones del mundo, pero particularmente baja en Bolivia.La confianza que tienen los bolivianos en otras personas es baja cuando se trata de las personas con las que se tiene una relación cercana (su familia y conocidos, es decir la confianza interna) y también con los desconocidos y personas de otra nacionalidad y costumbres (confianza externa). En la combinación de confianza externa y confianza interna el país tiene uno de los promedios más bajos del mundo. La desconfianza es una de las características de la sociedad boliviana.
Pese a los promedios de confianza tan bajos, los niveles de participación de las personas en asociaciones y organizaciones de distinto tipo son comparativamente altos. El asociacionismo de los bolivianos es alto, a pesar de sus bajos índices de confianza. Esta combinación desafía los supuestos de la teoría de capital social, donde se considera que la confianza entre las personas y la participación en distinto tipo de organizaciones, incluidas las políticas, están íntimamente ligadas en la idea del capital social. De esta forma esta combinación de baja confianza y alta participación, debe explicarse más allá de los supuestos tradicionales.
En la sociedad boliviana predominan valores conservadores, tradicionales y religiosos
Los bolivianos preferimos la permanencia de valores tradicionales, donde priman la comunidad y la autoridad, sobre todo basados en el desarrollo de las capacidades autónomas de los individuos.
Por ejemplo, cuando se trata de elegir cualidades que reflejan las prioridades de los padres en la educación de sus hijos, los valores tradicionales priman como preferencia entre los bolivianos, sobre aquellas características relacionadas a la autoexpresión de los individuos. Los buenos modales y la obediencia están por encima de la imaginación o la independencia como rasgos deseables en la educación de niños y niñas. Así se prioriza los valores donde la autoridad y la comunidad son centrales, y no la realización de capacidades de los individuos en el ejercicio de su autonomía.
Por otra parte, las prioridades de los bolivianos tienen que ver con sus necesidades materiales antes que con valores de orden más idealista o estético. Si bien esta preferencia claramente mayoritaria es menos definitiva que en otros países de América Latina.
La alta religiosidad de los bolivianos es también parte del carácter conservador de su sociedad. La gran mayoría de la población se define a sí misma como una persona religiosa y la creencia en dios es prácticamente universal. Los datos muestran con claridad que la religiosidad se relaciona directamente con el énfasis en la obediencia y en la autoridad frente a la autonomía de las personas.
El orgullo nacional de los bolivianos es alto y adquiere tintes chauvinistas y de rechazo a otras personas de otra nacionalidad
El boliviano promedio siente un vínculo firme con la comunidad política nacional que es más fuerte que el existente en otros países, incluidos varios de América Latina. Parece ser que el orgullo que sienten los bolivianos por su pertenencia nacional se ha incrementado en los últimos años.
Las personas que tienen mejores oportunidades y condiciones de vida se sienten más orgullosas de pertenecer a la nación boliviana. Quienes reciben más beneficios, es decir tienen más privilegios que otros, también están más orgullosos de su nacionalidad.
Junto con el patriotismo reflejado en el fuerte orgullo de ser bolivianos, la sociedad mira, por lo general, a los extranjeros con suspicacia, lo que sugiere una sociedad autoreferenciada y con rasgos chauvinistas. La confianza en personas de otra nacionalidad es muy baja y tiende a serlo más entre los sectores con menor educación y en las áreas rurales. Los jóvenes son más abiertos hacia los extranjeros.
La sociedad boliviana tiene poco apego a los valores que sostienen el capitalismo, al mismo tiempo se siente relativamente satisfecha con su vida, desconfía de la tecnología y prefiere el medio ambiente sobre el desarrollo económico
Un dato muy llamativo de la encuesta, relacionado con los valores económicos de la población boliviana, es la marcada diferencia que tiene la gente por la conservación del medio ambiente sobre el desarrollo económico. Si es necesario elegir entre uno y otro, los bolivianos se inclinan mayoritariamente por la protección del medio ambiente con una intensidad mucho mayor que la de cualquier otro país en América Latina y que la gran mayoría de otros países del mundo. Así la preservación del medio ambiente es preferible al desarrollo económico.
Los bolivianos no creen en los beneficios de la ciencia y la tecnología, y está tendencia es más marcada entre las personas de nivel socioeconómico más bajo; los indígenas y las mujeres del país. Igualmente, las personas muy religiosas tienden a dudar de las ventajas de la ciencia.
Por otro lado, el estudio establece que la población boliviana está relativamente satisfecha con su vida en relación a otros países de la región y del mundo; sin embargo sus niveles de felicidad son comparativamente más bajos.
Existen indicios de mayor equidad en la esfera pública pero no así en la privada, donde persisten valores que refuerzan la inequidad de género
En la sociedad boliviana, el rol productivo y vinculado a las tareas de cuidado es asignado de forma predominante a las mujeres. Dentro de los hogares existen pocos indicios de cambio en las actitudes y responsabilidades asociadas a los roles de género tradicionales. Sin embargo, los bolivianos tienden a rechazar las ideas que limitan la participación de las mujeres en la esfera pública, donde reconocen de manera evidente las bases de la igualdad.
Los valores que reproducen la desigualdad de género son matizados por la educación. Las personas que tienen mayor nivel de educación tienden a rechazar con mayor firmeza ideas asociadas con la inequidad y con las condiciones subalternas de las mujeres en la sociedad.
En los promedios estudiados existe un rechazo importante a actitudes que limitan las posibilidades de participación de las mujeres en la esfera pública, el cual es más claro cuando se habla de participación política que cuando se habla de participación laboral o económica. Sin embargo, en la esfera privada no se evidencian las mismas actitudes favorables a la igualdad.
Datos relevantes de la Encuesta Mundial de Valores en Bolivia
La realización de la EMV fue posible gracias al compromiso y apoyo de las oficinas nacionales de Unicef y Unfpa en Bolivia, así como de Oxfam Bolivia y del Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia – CIS.
La encuesta se realizó a 3.000 personas, aplicando dos encuestas, unarepresentativa de la población adulta y otra a una población adolescente de entre 12 y 17 años, tanto en áreas urbanas y rurales en los nueve departamentos de Bolivia, con un 2% de margen de error.
Redacción: Munay Comunicación.
Fuente: Informe Nacional de la Encuesta Mundial de Valores en Bolivia.