La protección del medioambiente es fundamental para el mundo entero. Proteger el planeta es proteger nuestra casa. Ante la inminente emergencia climática, la defensa ambiental debiera ser prioritaria en las agendas globales. Pero la naturaleza también es fundamental para el sector financiero, ya que su pérdida pone en riesgo las economías. Asimismo, este sector tiene un importante papel que desempeñar en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y en la adaptación de los flujos financieros a un mundo más respetuoso con la naturaleza. Con el afán de contribuir a una transición financiera ecológica es que surge la nueva “Guía del Sector Financiero”, desarrollada por el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).
Proteger la naturaleza es proteger la vida. Pero también es garantizar que las economías funcionen. La concienciación sobre la importancia de la naturaleza para el sector financiero es cada vez más crucial. A pesar de que parezca un razonamiento sencillo, ciertamente, muchas empresas parecen no comprender que, si continúan destruyendo el medio natural, el crecimiento económico será inviable. Conscientes de esto, es que el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) ha creado la primera guía para movilizar a las instituciones financieras a que actúen positivamente con la naturaleza.
Según el Foro Económico Mundial, más de la mitad del PIB total del mundo depende moderadamente o mucho de la naturaleza y de sus beneficios o servicios y, en consecuencia, está expuesto a los riesgos de pérdida de la naturaleza. Al mismo tiempo, una transición basada en la naturaleza podría generar 10 billones de dólares en y crear 395 millones de puestos de trabajo de aquí a 2030.
Esta guía proporciona información sobre las medidas que pueden adoptar las instituciones financieras en beneficio de la naturaleza. El documento explica cómo la continua pérdida de biodiversidad pone en peligro las economías mundiales, y el sector financiero, muy expuesto a la naturaleza, tiene un papel fundamental que desempeñar para transformar el actual sistema financiero.
La guía resulta especialmente oportuna, ya que el mundo está negociando el marco global de biodiversidad posterior a 2020 que se aprobará a finales de este año en Kunming (China). El sector financiero puede desempeñar un papel importante en el desarrollo y la aplicación del marco post-2020. El documento realizado por CDB explica con detalle que todos los actores del sistema financiero mundial tienen un papel fundamental en la transformación del actual sistema financiero. En este sentido, las instituciones financieras también pueden catalizar la acción para evitar, gestionar y mitigar la pérdida de biodiversidad.
Dicho lo anterior, es evidente que, tal como se desprende de la investigación, es esencial que las instituciones financieras desempeñen un papel en el cumplimiento de los objetivos climáticos para evitar una mayor degradación y contribuir a los resultados positivos en materia de biodiversidad. No hacerlo crearía una serie de riesgos crecientes, no solo para los inversores, sino también para la economía real y, fundamentalmente, afectaría a nuestra capacidad de respetar los límites del planeta. En este sentido, la guía realiza una serie de sugerencias para el sector:
1. Colaborar y unirse a las iniciativas a favor de la biodiversidad con otras instituciones financieras.
2. Adaptar sus estrategias de inversión y comprometerse con las empresas sobre su impacto en la biodiversidad y sus dependencias. Las instituciones financieras públicas y privadas pueden llevar a cabo muchas acciones para apoyar la conservación y restauración de la biodiversidad, tales como: Integrar la biodiversidad en todas las decisiones y estrategias, incluso en las estrategias de financiación de la biodiversidad. Colaborar con los sectores, empresas o modelos de negocio responsables de la pérdida de biodiversidad para que se conviertan en resultados positivos para la naturaleza; Exigir la divulgación de los riesgos, los impactos y las oportunidades. Colaborar con los responsables políticos en la reforma de los incentivos a la biodiversidad y eliminar o reorientar los incentivos y subvenciones perjudiciales para la biodiversidad, garantizando que sean positivos o neutros para la biodiversidad.
3. Evaluar el impacto y las dependencias midiendo el impacto, los riesgos y actuar para reducirlos. La guía muestra que existen varias herramientas y métricas, o se están desarrollando actualmente, para evaluar impactos y dependencias por parte de las instituciones financieras.
4. Establecer objetivos en consonancia con los objetivos globales. Establecer y divulgar objetivos basados en la mejor ciencia disponible aumenta los impactos positivos significativos y reduce los impactos negativos en la biodiversidad. En este sentido, se afirma que el establecimiento y la divulgación de los objetivos es importante, no solo sobre la biodiversidad, sino también sobre sus factores de pérdida.
5. Informar públicamente sobre las contribuciones positivas y negativas a la biodiversidad.
Fuente: diarioresponsable.com